Un grupo de vecinos en el barrio del Soto, en Móstoles, se ha unido para protestar contra la construcción de una gasolinera que está programada para instalarse en su zona residencial. La estación de servicio funcionaría las 24 horas y también incluiría un servicio de autolavado de coches. La preocupación de estos residentes radica en su ubicación cercana a un conjunto residencial, el parque Finca Liana, el Centro de Ecología Social y a tan solo 300 metros del colegio público Pablo Sarasate.
La plataforma de vecinos “No a la gasolinera” ha enviado cartas de protesta al Ayuntamiento, a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, a la presidencia del Gobierno de España e incluso al Parlamento Europeo en un esfuerzo por detener el proyecto. Están conscientes de que están en una carrera contrarreloj, ya que si se aprueba el proyecto, la empresa encargada estima que la construcción llevará entre dos y tres meses, según lo establecido en el Plan Especial presentado en 2022 por Bnoil Desarrollo Global S.L..
La ubicación planificada para la gasolinera es una parcela de 2.000 metros cuadrados en la esquina de la avenida Iker Casillas con la calle Benito Pérez Galdós. La estación contará con tres surtidores, cada uno con seis mangueras para suministrar gasóleo A, A+ y gasolina sin plomo 95, y un tanque subterráneo con capacidad para 60.000 litros de combustible. También se planea instalar un centro de lavado con tres pistas y cinco aspiradoras.
Los vecinos de Móstoles están preocupados por la Gasolinera en El Soto
Uno de los principales puntos de preocupación de los vecinos es la proximidad de la gasolinera a sus viviendas, con algunas casas a tan solo 40 metros y el Centro de Ecología Social a 30 metros de distancia. Esto se ha vuelto posible debido a un cambio en las regulaciones locales que redujo las distancias mínimas requeridas entre las gasolineras y las zonas residenciales en 2022.
Además, los vecinos argumentan que el área ya alberga cuatro gasolineras más, dos de las cuales están ubicadas a solo 600 metros de la parcela en cuestión. También han expresado preocupaciones sobre la posible construcción de una residencia de mayores en las cercanías, lo que podría aumentar aún más la densidad de población en la zona.
A pesar de sus esfuerzos, los vecinos se sienten frustrados, ya que ninguno de los partidos políticos que ha gobernado Móstoles ha ofrecido una solución definitiva a su problema. El Ayuntamiento afirma que el proyecto es legal y cumple con las regulaciones urbanas actuales de la ciudad, dejando la última palabra en manos de la Consejería de Medio Ambiente.
La plataforma “No a la gasolinera” sigue luchando contra el proyecto y espera que sus preocupaciones sean escuchadas antes de que la construcción de la gasolinera se convierta en una realidad en su comunidad.
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