En una reciente publicación en redes sociales, una vecina de Móstoles, Maribel Tsering Arya, ha hecho un llamamiento público denunciando la tala de árboles que, según su testimonio, se está llevando a cabo en la ciudad. La señora Arya relata con consternación cómo un álamo que se encontraba “delante de sus narices”, y que estaba sano, fue cortado. Este hecho se suma a las críticas por las podas severas que, según ella, se realizan a los árboles maduros de la localidad, que a su juicio no solo afectan a la estética y al paisaje urbano sino que también tienen consecuencias negativas para la fauna local, como las cotorras que hacen sus nidos en dichos árboles.
En su emotiva declaración, Maribel indica que estos árboles están siendo talados “sin descanso, y por orden del ayuntamiento“, una práctica que ella asegura no tolerará en Móstoles ni en ninguna otra ciudad. Alega que las acciones tomadas contra los árboles maduros los están enfermando y que, después de haber informado a la policía municipal sobre las talas, siente que hay una indiferencia generalizada hacia el tema.
La vecina concluye su mensaje con una expresión de desolación sobre el impacto ambiental y el dolor emocional que le causa esta situación, sugiriendo que es una batalla que siente que está perdiendo contra la apatía hacia el medio ambiente.
Este post ha generado una onda de solidaridad entre los ciudadanos y ambientalistas en las redes, quienes exigen respuestas y medidas más sostenibles por parte de las autoridades municipales en cuanto a la gestión del arbolado urbano. La historia sigue en desarrollo mientras se espera una declaración oficial del Ayuntamiento de Móstoles sobre las políticas de tala y poda en la ciudad.
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