El concejal del PP que no deja dormir a los mostoleños ha perdido su primera batalla

Raúl Gallego Parrondo, próximo concejal del PP de Móstoles, ha estado al frente de varias discotecas y bares de copas que han generado problemas de ruido a los vecinos que viven encima de estos locales. Los permisos obtenidos para abrir estos negocios, que permitían altos niveles de ruido, resultaban sorprendentes dadas las circunstancias, lo que llevó a los afectados a denunciar la situación y a pedir explicaciones. A pesar de esto, Gallego Parrondo solo recibió una infracción leve. En enero de 2023, el local en el que situaba la discoteca más reciente, Belair, fue vendido a un banco, acabando así con la pesadilla de los vecinos.

Historia de maltrato acústico

Gallego Parrondo y su hermano presuntamente obtuvieron estos permisos gracias a que tenían contactos en la Policía y en la Unidad de Disciplina de Urbanismo. Los vecinos lucharon con sonometrías y denuncias, sosteniendo que estos bares de copas causaban daños físicos y mentales a los residentes, especialmente aquellos que eran ancianos, niños, bebés y miembros de las familias de la zona. Los afectados tuvieron que soportar los altos niveles de ruido -que llegaban a más de 90 decibelios- de las discotecas Belair y Seventy Café, así como los de un bar de copas ubicado debajo de un bloque de viviendas.

Licencias sorprendentes

Las licencias obtenidas para abrir estos negocios, que permitían altos niveles de ruido, resultaban sorprendentes dadas las circunstancias, lo que llevó a los afectados a denunciar la situación y a pedir explicaciones. A pesar de eso, Gallego Parrondo solo recibió una infracción leve. Además, desde 2016 hasta enero de 2023, la discoteca Belair cambió de dueños varias veces, creando un “entramado de testaferros” para mantener la licencia.

Amistad con policía local

Gallego Parrondo también ha sido acusado de tener relación con la policía local, lo que se convirtió en una causa de preocupación para los residentes. El dueño de Belair y su hermano tenían presuntamente “contactos” en la policía.

De cualquier manera, Gallego Parrondo ha perdido la primera batalla teniendo que cerrar la discoteca ‘Belair’ situada en los soportales de un edificio.

Batalla que han ganado los vecinos de la zona tras años de denuncias y quejas. Gallego Parrondo tiene más locales pero situados en polígonos industriales, lugares en donde las normativas también se han de aplicar, pero al no haber vecinos colindantes, seguro que tendrá muchos menos problemas.