Para desarrollar la experiencia, cada uno de los centros participantes en el proyecto piloto contará con un contenedor marrón, en el que, tanto el centro como los alumnos podrán depositar los restos orgánicos.
Hacer partícipe a la población más joven del municipio de la importancia del reciclaje, concienciarla sobre la importancia de reutilizar los restos orgánicos y ayudar al reciclaje de residuos orgánicos en los comedores escolares, es el objetivo del proyecto piloto “Móstoles Composta Educativo”, que pone en marcha el Gobierno de Móstoles, formado por PSOE y Podemos, en seis centros educativos del municipio.
Los comedores de los centros educativos son unos de los que más residuos orgánicos generan, por eso cada uno de los centros adscritos al programa contará con un contenedor marrón. Una vez lleno, los restos orgánicos serán retirados por los servicios municipales para su correcta gestión.
Esta experiencia piloto se llevará a cabo en 6 CEIP de la ciudad. Son el CEIP Alonso Cano, el CEIP Antonio Hernández, el CEIP Blas de Otero, el CEIP Juan Pérez Villaamil, el CEIP Pablo Sarasate y el CEIP Severo Ochoa. Cada colegio recibirá un “distintivo de calidad ambiental”.
La Alcaldesa de Móstoles, acompañada por la Concejala de Empleo y Nuevas Tecnologías, Rebeca Prieto y la Concejala de Educación y Juventud, Nati Gómez, ha visitado el CEIP Severo Ochoa donde hoy el área de residuos de la Concejalía de Empleo y Nuevas Tecnologías ha hecho entrega de uno de los primeros contenedores marrones al director del Centro, Sergio Delgado.
Esta iniciativa de reciclaje se incluye dentro del programa “Móstoles Composta”, un proyecto pionero de gran éxito que han tomado como ejemplo otros municipios. Con ella, el Gobierno Local, formado por PSOE y Podemos, avanza en sus compromisos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
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